viernes, 16 de julio de 2010

Año 499 - Perdidos en Sauvage Forest

Todo parecía sobre ruedas, puesto que Sir Maurel y Sir Berel iban a pasar la primera noche en el castillo de plata… sin embargo a la mañana siguiente se despertaron entre el rocío y la niebla vespertina de la selva Sauvage, sin sus posesiones y como si hubiesen pasado allí toda la noche. ¿Qué fue del castillo de plata? ¿Fue un sueño? ¿Es esta la primera prueba?... Ante el desconcierto inicial, los caballeros tratan de orientarse en un bosque sin visibilidad, yendo sin armas ni armadura. Pronto la niebla se disipa ante una enorme cascada de un río, y un caballero que espera a nuestros héroes. Se presenta como Sir Lance, un extraño tipo de orejas puntiagudas que devuelve las armas y armaduras a nuestros caballeros, indicando que deben batirse en duelo con el si quieren cruzar el río. Ante las preguntas a este acerca del castillo, sólo le sacan que a unas millas al norte se encuentra el castillo de Brun, donde se encuentran sus compañeros Llywel y Delivant.

Así pues Sir Lance se bate en combate con Sir Berel a pie, y este es derrotado. Posteriormente lucha en justa contra Maurel y Lance es derribado. Este será el primer desafio de justa del que tengan conocimiento nuestros caballeros.
 
Tras cruzar el puente llegan a Brun, y se entrevistan con el barón, con Delivant y Llywell, que han comenzado a disfrutar de los placeres de la buena vida, comiendo, bebiendo y jugando al ajedrez. Sin embargo finalmente deciden retomar la búsqueda del castillo Sauvage junto al resto de sus compañeros.

Bajando al lado de un río se pierden en varias ocasiones por el bosque, y se enfrentan a criaturas feéricas tales como horribles brujas, duendes que cambian de tamaño, gigantes… y el viaje se empieza a hacer muy duro por las condiciones climatológicas, porque no pueden cabalgar, y porque no saben donde están. A pesar de que tienen comida para una semana, esta puede empezar a escasear pronto. 

Finalmente llegan a un estanque de aguas sagradas donde se encuentran con un grupo de druidas que le indican que el centro del bosque puede estar al noroeste. Tienen que encontrar un rio caudaloso al norte, y remontarlo. Cuando lleguen al nacimiento se hallarán en el centro del Bosque Sauvage.

Con esta información, los caballeros deciden vadear el río actual y emprender el viaje. La noche justo anterior a vadear el río, unos pequeños duendes importunan a Sir Maurel, indicando que son espías del Rey Sauvage… lo que faltaba para sacar de quicio a nuestro caballero, cuya cordura empieza a desvanecerse poco a poco…

domingo, 11 de julio de 2010

Año 499 - En busca del Rey Sauvage

Tras las terribles noticias acerca del rapto del hijo de Maurel, nuestros caballeros se deciden a insertarse en el Bosque Sauvage en busca del mítico Rey, del cual no se conoce su existencia mas que por habladurias y leyendas. 


Pronto empiezan a sobrecogerse ante el encanto del bosque, y se encuentran con un grupo de druidas que adoran un grupo de pozas y zonas pantanosas, segun ellos de propiedades mágicas.

Tras esto, comienzan a caminar sin rumbo fijo, y tras varios dias, llegan a encontrarse con unos hombres de Tribuit que les llevan ante su señor, el cual les informa de su desconocimiento, al menos aparente de tal rey, aunque segun este, el reinado exista.

Salen de viaje y sufren el ataque de unos bandidos, que a pesar de no dejarles heridas si les provoca la desbandada de sus caballos.

Tras esto nuestros valientes caballeros tienen un terrible suceso, que les lleva a encontrarse con un horrible diablo con perros del infierno. Los caballeros se quedan paralizados por el terror, aunque finalmente consiguen enfrentarse a sus terribles perros de un tamaño enorme. Pronto se darán cuenta que sólo su virtud puede salvarles de tal embrollo, puesto que el diablo de alguna manera "mira sus almas". El corazón puro de Lywell finalmente consigue poner fuera de su vista las critaturas ¿Hasta siempre?.

El héroe Lywell, malherido vuelve subre sus pasos a Tribuit, mientras Maurel y Berel, sólo por el amor a su hijo y la lealtada su compañero, siguen su búsqueda imposible. Comienzan a pasar hambre, empiezan a tener verdaderos problemas y temen por su vida.

El unicornio finalmente apareció, y realizando una simbiosis con Maurel les llevó a galope ante el castillo de Plata del Rey Sauvage... donde son excelentemente recibidos. 

Sin embargo el rey no está... ni se le espera.

miércoles, 7 de julio de 2010

Año 499 - El hijo ilegítimo de Maurel

Las noticias que llegaron pasado el invierno dejaron el corazón de Maurel totalmente confundido. Por un lado parecía que habian avanzado conquistando el corazón de la condesa, que se mostraba más solícita ante este. Por otro lado las noticias de una paternidad contraida con la Condesa Nya de Rydichan supuso un gran trauma, pues para Sir Maurel el amor a la familia es sólo comparable a su pasión por los caballos y la naturaleza, aunque esta últimas es más irracional mientras que la primera es más real y terrenal. 

Ante estas noticias se presentó el caballero ante la condesa de Sarum para dar las terribles noticias. Ellen descargó su furia con un terrible golpe en la faz de Maurel, a pesar de lo cual le permitió partir con sus compañeros a Rydichan y solicitó su pronto regreso.

Tras llegar a Rydichan la sorpresa fue mayúscula, encontraron que el bebé era un niño enorme, el doble de lo normal y de piel inusualmente oscura. Tuvieron que buscar a un druida en la Herreria de Goffanon, cerca del Caballo Blanco que, tras los pertinentes ritos, dijo que había sido intercambiado por el Rey del Bosque Salvaje, un ser mitológico y feérico del que nadie ha visto nunca su faz y que sólo se le conoce por sus leyendas. Así pues el verdadero hijo de Maurel se haya escondido en lo más profundo del bosque, o al menos eso dicen los amuletos del druida, y que además coinciden con un castillo de plata en las profundidades de Britania.


viernes, 25 de junio de 2010

Año 498 - Escoltando a Merlin

Las disputas con los sajones están en un momento crucial. Casi todos los señores se han decidido a pagar a uno o a varios de los grandes reyes que asolan las tierras. Por el oeste el rey Idres de Cornwall cada vez es más poderoso. Brastias y Ulfius aconsejan aliarse con el Rey Aelle de Sussex, puesto que es en principio el mas poderoso, ya que es descendiente directo del temible Hengist, muerto años ha, en tiempos de Votigern por el duque Edol de Gloucester. Sin embargo no se puede descudar a ninguno de ellos, en especial al hijo de Votigern, Cerdic.

Una noche Sir Maurel es de nuevo visitado por una de sus visiones, y una voz familiar le ordena que baje a la llanura de Sarum. Así pues nuestros caballeros armados pero sin escuderos se presentan sin saber muy bien que hallarán en la planicie de Sarum con una espesa niebla que no les permite ver a penas las orejas de sus caballos. Tras varios minutos dando vueltas aparece tras ellos y sin previo aviso, Merlin el druida.


 Tras unos momentos de discusión, el mago solicita a los caballeros que le acompañe hasta las costas de Devon para tomar un barco. No necesita que le acompañen hasta el continente, pero sí al menos hasta el puerto, puesto que son muchos los peligros que le amenazan. No da excesivas explicaciones acerca de su viaje, a parte de que quiere visitar la biblioteca de Roma y Alejandria en busca de conocimientos que le ayuden a salvar la Britania que todos conocen. Conversan acerca de teología y mitología, aunque Merlin no se prodiga en demasiadas explicaciones.

El viaje resulta ser misterioso y peligroso. Toman caminos y senderos por los que pueden caminar a duras penas con su caballo de las bridas en lo más profundo de los bosques, para no ser sorprendido por los caballeros de Brastias u otros, pero el bosque de Britania tenía alguna otra sorpresa para nuestros caballeros.
En unos segundos las órdenes de Merlin fueron: "¡Cabalgad!", tras lo cual ante los ojos de Maurel apareció el cuerpo de Merlin sobre su grupa como un jinete. Maurel había tomado la forma de un unicornio, mientras que el resto de sus compañeros quedaban atónitos ante la escena por la cual Merlin cabalgaba semejante bestia y Maurel quedaba a merced de su montura semi desmallado... La velocidad con la que los caballos tomaron los estrechos senderos sobrecogía el ánimo de los caballeros, pero pronto se dieron cuenta que el motivo de semejante carrera era que estaban siendo perseguidos por algún tipo de bestia feérica: pronto vieron que era una enorme serpiente-dragón: un Wyrm.

Aparecieron en un claro donde un gran desfiladero de mas de 20 metros de ancho se alzaba ante ellos. ¡Cabalgad! gritó Merlin, y con el temor y la certeza de que posiblemente se irían al vacío, todos los caballeros cruzaron ante un puente inexistente...

La noche llegó y con ello la calma, Merlin durmió hasta que de repente desapareció. Pronto los caballeros tuvieron de nuevo ante sí el motivo de sus temores. El Wyrm les atacaba cara a cara y Merlin no estaba para ayudarles. El fuego de sus fauces cayó ante sus huesos y las fauces arrancaron gran parte de la carne del costado del valiente Sir Maurel que cayó malherido bajo las garras del Wyrm. el Barón Délivant cayó ante un terrible pavor que lo dejó paralizado sobre con la mirada atónita ante la gran bestia, y tan sólo el valor del recién armado caballero Sir Llywell permitió que salieran airosos, al ver a su señor malherido se arrojó con fiereza y hundió su espada en el vientre del dragón... tras lo cual le cortó la cabeza de un certero golpe.

Al día siguiente los caballeros salieron a las planicies, y no sin esfuerzo lograron esquivar a los caballeros de la zona hasta llegar a Devon con Merlin. Maurel fue curado mediante magia. Llywel fue armado caballero Vasallo y se le dio el señorio de Golloway en el feudo de Maurel. Sin embargo el Matarreyes no recuperó fácilmente el ánimo ante la situación a la que se tuvo que enfrentar: la vergüenza de sentir una cobardía que nunca conoció.

Las noticias que llegaron desde el norte dejaron posteriormente mucho más tocado a Sir Maurel... Lady Nya había tenido un bebé, un barón, y todos miraban a nuestros caballeros como responsables de la paternidad... Justo en el momento que Maurel se encontraba más enamorado de la Condesa de Salisbury y cuando empezaba a hacer algunos avances...

Año 497 - La captura de Oxford

Sir Basile, castellano regente de Oxford, fue destripado en enfrentamiento personal con Sir Maurel, el Señor de los Caballos, tras lo cual se retiraron a lo más profundo de la fortaleza. Sin embargo algunos caballeros que renegaban del gobierno de Sir Basile y sus hermanos, decidieron apoyar a la depuesta Condesa Nya y tras liberarla se produjo toda una serie de escaramuzas en la fortaleza y en la ciudad de Oxford.

Fueron muchos los que apoyaron la causa de Lady Nya, pero no fueron menos los que por temor decidieron apoyar a Basile y sus lugartenientes. Tras varias horas de lucha sin cuartel, nuestros caballeros se vieron sorprendidos por Basile y sus hombres con Sir Berel atado en una silla y amenazado con ser degollado ante sus compañeros si estos no deponian las armas. La situación fue de una tensión sin igual, puesto que la lealtad y el compañerismo de Maurel y sus compañeros hacia el hermano del difunto Miles era tan grande que no podían dejarlo morir... sin embargo pronto se escucharon los gritos de alarma fuera, un ejército se apresuraba a apoyar a los defensores mientras que otro cargaba en cuña contra los primeros: los hermanos de Wallinford por un lado siendo atacados por el poderoso ejército del Baron Delivant de Salisbury, el Matarreyes. 



La situación fue decidida en unos pocos minutos, siendo apresados los hermanos y muerto lo que quedaba de Sir Basile. La victoria triunfal fue celebrada por todo lo alto por los caballeros de Salisbury y Rydichan en total hermanamiento. 

Sólo los muros del castillo sabe lo que sucedió aquella noche en la alcoba de Sir Maurel...

viernes, 4 de junio de 2010

Año 497 - Rydichan


Las migajas del reino se encuentran acechadas por todos los flancos. El Consejo de Britania no fue capaz de elegir un Rey. Miles de sajones atacan por el este con Aelle a la cabeza, y con Cerdic al sur, tomando la Isla de Man y pasando a cuchillo a todos sus nobles,  los irlandeses por el oeste, el rey Idres por Cornualles y los Pictos por el norte. Mientras los britanos tratan de reforzarse y encontrar a un líder, mientras solucionan sus propios problemas.
Tras la recepción de la Condesa en Sarum, nuestros caballeros se dirigen a Silchester para ofrecer sus servicios a cierta dama de Rydichan que, tras la muerte de su marido en la Batalla de San Albans, su condado ha sido usurpado por tres desdeñosos hermanos, que no obedecen a nadie y exprimen al populacho en propio beneficio.
Tras saludar a Ulfius, los caballeros parten a Rydichan, donde celebran el Beltaine en una pequeña aldea. En mitad de la noche son sorprendidos por el fuego de las reservas invernales de grano, que en seguida ven como el causante es un grupo de jinetes a la cabeza del cual va uno de los tres hermanos, Sir Bege.
Tras un amenazas e insultos, el grupo de jinetes desaparece, y nuestros caballeros continuan hasta la abadía benedictina de Abingdon. Tras rezar y pasar unos días avanzan decididos hacia Oxford, donde son capturados por un grupo de hombres de armas montados. Sin mas explicación son forzados a dejar sus armas y metidos en unas oscuras mazmorras.
Cuando son visitados por Sir Basile de Oxford Lady Nya comienza a insultarle y provocarle, mencionando a la familia de este y a su falta de valor para enfrentarse a Sir Maurel. El objetivo es cumplido y el combate singular es llevado a cabo, aunque a Sir Basile se le nota dubitativo. A pesar de todo, hiere de gravedad a Maurel, pero este, con la destreza que le caracteriza, logra dar una terrible estocada que abre el vientre del pobre Basile, que lucha por permanecer en pie, aguantando sus tripas mientras estas caen y no puede evitar la agonía.
Los caballeros son encerrados pero reciben por parte de uno de los soldados una misiva con el aviso de la pronta rebelión de los fieles al antiguo señor.
La batalla en Oxford ha comenzado.

viernes, 28 de mayo de 2010

Año 496 - La llegada del Hijo de Votigern

Tras la caida de la nobleza, la tierra se haya sin un lider, lo cual es aprovechado por los enemigos de Britania para amenazar la supremacía britona. Por el norte llegan los pictos, los irlandeses atacan por el oeste, por el sur y por el oeste las huestes sajonas... Ulfius aún está semi convaleciente de la batalla de San Albans, pero piensa que el Consejo ha de reunirse urgentemente y elegir un rey. Mientras, Sir Brastias piensa que el heredero está aún por llegar y extraer la espada de la piedra de la Catedral de Londres.

Nuestros caballeros se hayan en sus tierras, pero pronto deben acudir a la llamada de la condesa Ellen, viuda del Baron Roderick de Sarum, a celebrar la Pascua de Pentecostés. Pronto se enteran de las nuevas que hablan de la petición de tributo por parte de Aescwine, el rey sajón de Essex. Tras conocerse que Ulfius y Brastias, atemorizados por tantas amenazas pagaron, la condesa decide hacer lo mismo, no sin las protestas enérgicas por parte de los caballeros de Salisbury.

Con la llegada del verano llegan peores noticias. Por el sur ha llegado una nueva horda de sajones que han tomado la ciudad de Hantonne en Hampshire. Los caballeros viajan hasta dicha ciudad, acompañados por una comitiva de britones vestidos a la manera sajona que se hacen llamar de la tribu de los Gewessi, antiguo pueblo de Gloucester. Son llevados ante su señor, el Rey Cerdic, que resulta ser el hijo del defenestrado y déspota Alto Rey Votigern. Este les ofrece luchar a su lado, puesto que se auto proclama Rey legítimo de britania.

Pronto los caballeros deberán dar cumplida respuesta, mientras el enemigo avanza por todos los flancos...



jueves, 27 de mayo de 2010

Charla entre tío y sobrino

¿Cómo estás querido Miles? Sí, lo sé. Los inviernos son mas largos desde que no tenemos ni rey ni señor, pero no temas querido, las cosas no són tan terribles como aparentan. Claro que te comprendo, entiendo que temas la llegada de los sajones, o de algo peor en estos tiempos en los que parece que nos abandonan los Dioses, pero si quieres te contaré algo que te reconforte.

Siéntate querido Miles, aunque las historias que vas a escuchar te asusten, no temas puesto que sentirás que en verdad son historias de honor y valor, de grandes guerreros que lucharon en esta tierra, unos siguen viviendo y otros se fueron con la Diosa, a cabalgar en sus líneas de pastos.

Ven, siéntate mi querido sobrino, y escucha esta historia de duros guerreros, hombres valerosos que dieron su vida por esta isla, que creían en aquello por lo que luchaban y que son el ejemplo de la caballería hoy en día. Sí, mi pequeño, hablo de los Caballeros de la Espada del Lago, aquella maravillosa Espada de la Victoria que se perdió para volver a aparecer en el patio de la catedral de Londres, y que has de empezar a conocer mejor.

En aquel grupo había un caballero valiente, Sir Florence, que dio su vida por su país, cayendo en tierras extrañas, tras haber derrotado en varias batallas a Sajones y participado en la derrota del Duque de Gorlois. Gran caballero al servicio de nuestro señor el Conde Roderick, que también cayó hace bien poco, como bien sabrás.

También hablo del Valiente Rodryck Cassel, del magnífico Sir Maurel, gran Señor de los Caballos, de Llywel el guerrero, del difunto Sir Miles, caballero de gran honor y valor, cuya muerte será siempre recordada, y a quien debes tu nombre, sobrino mío, y por supuesto del grandísimo paladín que es tu padre, Sir Delivant, el Matarreyes.

Corrían tiempos difíciles para Britania, cuando aún no habías nacido mi querido Miles. Estos caballeros hubieron de ganarse las espuelas con duro entrenamiento y grandes hazañas, y pronto libraron a esta tierra el azote de un feroz oso y un grupo de bandidos, pero eso no era nada para lo que serían capaces en el futuro…pronto fueron llamados para la primera gran batalla de sus vidas: Mearked Creek. Allí lucharon con gran valentía y el conde Roderick pudo distinguirlos como grandes caballeros.

Pronto fue puesta a prueba su valía cuando el pobre Miles recibió la noticia de la desaparición de su querida hermana, que luego resultó que se escapó con un terrible general Sajón, Botwulf Ojo de Serpiente que se convertiría en su enemigo encarnizado. También aquel año es cuando se ganaron su nombre, los Caballeros de la Espada, ya que inducidos por Merlin, el Mago, se enfrentaron a gigantes terribles y ayudaron a este a tomar a Excalibur de las manos de La Dama del Lago…

¿Sabes por qué a tu padre no le gusta hablar de la olvidada aldea de Broad? ¿Sabes por que se le hunde el ánimo? Creo que su querido amigo Sir Miles nunca llegó a superar la muerte del amor de su vida, esa chiquilla rubia de ojos azul de mar, que cayó ante las armas de aquel fantasma general romano, y que nuestros héroes no pudieron detener a tiempo. Si, se vengaron, aunque ya fue muy tarde para la pobre Anne, cuyo cuerpo inerte y sin vida destrozó el ánimo del pobre Miles, que nunca más se volvió a enamorar de ninguna mujer. Tan sólo los espíritus saben lo que pasaba por el corazón de aquel valiente caballero que siempre llevaba consigo aquella piedra de jaspe que pudo rescatar del cuello de la pobre chiquilla, y que ni tan siquiera en su terrible batalla final contra los reyes Octa y Eosa perdió de vista ni una sola vez.

También nuestros héroes fueron grandes embajadores, que visitaron tierras lejanas como Lindsey o Malahaut. No pienses que tan sólo eran hombres rudos y de guerra, sino que cuando la ocasión lo permitía eran capaces de comportarse con grandes modales.

También te contaré una historia que quizás no entiendas, pero te deberá servir en un futuro: nunca te fíes de una mujer… Si Miles, no me mires así. Nuestro señor de los Caballos, Maurel, estuvo casado tiempo atrás con una hermosa dama, tan hermosa que era cortejada aun después de estar casada… hasta tal punto que sucumbió ante los encantos de un apuesto caballero de Silchester. Maurel tuvo que intentar vengarse, pero como te digo, las mujeres nos pueden llevar a ser grandes héroes, pues nos inflaman con su gran pasión, pero también pueden hacernos perder la cabeza como al pobre Sir Maurel, que le llevó a enfrentarse de manera suicida con Sir Gwedan de Sílchester, y a ser derrotado limpiamente por este. Sin embargo, y de esto sí debes aprender, ambos limpiaron su honor: Sir Maurel tuvo el valor de enfrentarse a su adversario, y Sir Gwedan pidió misericordia a Sir Maurel a incluso le ofreció su vida si la quería, después de haber derrotado a este con honor. La nobleza de Maurel perdonó el alma de Gwedan aunque nunca pudo hacerlo con aquella dama cuyo nombre fue olvidado.

Pues bien, nuestros valerosos caballeros pasaron tiempo ayudando a Uther a conseguir ser alzado como Alto Rey de toda Britania, cosa que nunca pudo conseguir el pobre desgraciado. Por un lado los reyes del Norte no le rendían homenaje, los sajones con Octa y Eosa a la cabeza atacaban por doquier, y el Duque Gorlois de Cornualles se presentaba como un temible rebelde.

Así vino la Terrible Batalla de Lindsey, donde un gran contingente de hombres de Uther, con una alianza temporal con Cornwall, se enfrentaron a Octa y Eosa y consiguieron derrotarles tras una sangrienta batalla. Allí es donde tu padre se ganó el apodo del Matarreyes, porque aunque no mató a Octa, casi acaba con su vida de una terrible estocada, tras haber derribado a decenas de sajones con las manos y su montura empapadas en sangre. Se que tu padre no tiene aspecto de un terrible guerrero, aunque sus cicatrices lo denoten… Esas facciones marcadas, su seriedad y sobriedad, su amor con su familia, no te imaginas Miles… en lo que puede convertirse un hombre de guerra como tu padre. Algún día lo sentirás en tu sangre, y quizás la suerte te lleve a combatir junto a él como yo lo he hecho, y verás a uno de los mayores héroes que han conocido estas tierras.

¿Qué que tiene de particular Sir Maurel? Yo creo que ni siquiera él lo sabe, pero ven acércate querido Miles, porque esto es mejor que no lo oiga nadie: yo creo que por sus venas corre sangre mágica… sí del Otro Lado. Creo que está en sintonía con los elementos y que una parte de su alma es un caballo mágico, aunque sólo son conjeturas… Pero ¿Por qué siempre los de su estirpe han sido tan grandes jinetes? ¿Acaso no has visto su escudo?

Lo que vino después sería el principio del desastre. Creo que de esto ya has oído algo. El difunto rey Uther se enamoró de la mujer de su principal adversario, Gorlois, y esto nos llevó de nuevo a la guerra, obligando a Uther a invadir Cornwall dejando la retaguardia desprovista para el ataque de los sajones. Nuestros héroes de nuevo resaltaron en dicha batalla, la Batalla de Terrabil, que seguro oirás en muchas historias de viejos y trovadores. Pues bien, que nadie te cuente historias, leyendas, porque tu padre en persona mató a Gorlois de Cornwall, y esparció sus tripas por el campo de batalla… desde entonces el Matarreyes confirmó su nombre, para desgracia del enemigo. También murió el pobre Madoc, el hijo de Uther, defendiendo valientemente el castillo de Terrabil, cuando fueron atacados por sorpresa en mitad de la noche.

Uther se desposó con Ygraine, pero esta nunca perdonó a tu padre, lo cual realmente y aunque no lo creas es algo terrible, porque hay mucha gente que sospecha y no sin falta de razón que en sus ojos hay más del Otro Lado que de este…

Tu padre y sus compañeros se vieron después encima metidos en una terrible confusión, acusados de ayudar a Merlín a robar al hijo del rey, que desapareció para siempre. Estuvo a punto de costarles la vida por Alta Traición, pero el buen corazón de Uther y la nobleza probada de los caballeros les permitió salir inocentes de tan terrible trago. Pero Ygraine seguía sin olvidar, y el hijo del rey sin aparecer.

Finalmente vino la terrible jornada en la que nuestros caballeros tuvieron la brutal batalla de San Albans, donde derrotaron a Octa y a Eosa, tras muchos días de asedio y con Uther postrado en cama. Fue una victoria gloriosa, donde Sir Miles dejó su vida valientemente, casi de manera suicida, luchando como un león contra decenas de sajones, y cuando su vida se escapaba por una terrible herida por el costado, aún siguió luchando… Pudo quizás sanarse, pero nunca sabremos lo que sucedió entre la Dama del Lago y él en aquellos momentos de intimidad, cuando esta nos dio la terrible noticia de su muerte… Su hermano Berel lloró ante el cadáver de Miles hasta bien pasada la media noche, y juró que velaría por sus tierras hasta la mayoría de edad de su primogénito.

La fiesta que siguió fue fastuosa. Sin embargo no pudieron acudir Ulfius ni Delivantm y tampoco Brastias, todos ellos grávemente heridos en el hospital de campaña. El vino corría por doquier hasta que llegado un momento en la media noche, unos gritos desgarradores quebraron la celebración. Aquellos que acudieron al gran salón donde se hallaba la alta nobleza de logres celebrando la victoria se encontró con la terrible imagen de un océnao de sangre sobre la que agonizaban los cuerpos de los nobles britanos, entre ellos Roderick y el Rey Uther.

Tras momentos de pánico e histeria, la paz se restableció gracias al buen hacer de Sir Maurel, que lograron poner órden. Ygraine se mesaba los pelos y chillaba como poseída. La nobleza de Logres había caído, y el reino se sumiría en la anarquia.

El rey Uther fue enterrado en el círculo sagrado de Stonehenge, junto con su hermano Aurelio Ambrosio Pendragón y su hijo, Madoc Pendragón. Sir Brastias busca incansable un gobierno que sea capaz de llevar el reino. En el patio de la catedral de Londres aparece la espada Excálibur en una piedra, ante un rayo de sol divino, con una inscripción que reza: "Aquel que arranque esta espada de la piedra, se proclamará rey legítimo de Britania".

En Salisbury la condesa Ellen toma el mando del condado hasta que su hijo Robert sea adulto y sea capaz de gobernar.

Así pues querido sobrino, estos son los hechos de los valientes caballeros que hoy día nos guardan, así que, aunque los inviernos son fríos y largos, y atemorizan tanto al espíritu, que sepas que en estos días de Anarquía, Los Caballeros de la Espada guardan estas tierras para la seguridad de Britania.