lunes, 23 de julio de 2012

Año 503 - Londres ha caído

Guerra. El pánico se ha apoderado de las tierras de la desmembrada Logres, cuando la mayoría de sus territorios están en contínuos combates. Al sur Cerdic y sus sajones, al Sudoeste Cornwall amenaza Logres, al norte Malahaut contra Lindsey, Nanteleod y sus guerreros galeses atacando desde el Oeste, por el este los Anglos y por el Sudoeste los autoproclamados Bretwaldas Aesc y Aethelswith de Kent y Sussex amenazando el Támesis.

Las gentes de los señoríos de Salísburi se arremolinan en sus castillos, y Sarum su capital está atestada de su población esperando defender un eventual ataque que no se sabe por dónde aparecerá.

Mientras tanto Cynric, hijo de Cerdic viene de nuevo a reclamar dinero para las huestes de su padre, mientras enviados de todas partes de Britania reclaman ayuda para sí mismos: un heraldo de Nanteleod pide ayuda contra la guerra contra Malahaut y Lindsey, Lindsey pide ayuda por su parte, y Sir Uffo, hijo de Ulfius reclama ayuda para defender Londres de un eventual ataque de Aesc y Aethelswith sobre la capital.

Ante tal terror, los caballeros aconsejan a la condesa que es hora de salir a luchar, rechazar cualquier rendición de vasallaje o precio a pagar a nadie y combatir por Britania. Esto supondrá un terrible riesgo, puesto que el rey Idres amenaza muy de cerca Salisbury, y ya ha tomado prácticamente Somerset, y los ejércitos de Cerdic hijo de Votigern esperan la mínima ocasión para retomar lo que creen que es suyo por derecho de linaje.

Aún así un tercio de las huestes de Salisburi salen en ayuda del Duque Ulfius de Silchester para tratar de evitar la conquista de Londres. Parten ante el temor de la población que se creen desprotegidos, y el joven Robert, heredero de Salisbury, acompaña como escudero al héroe Sir Maurel.

Cuando llegan a Silchester Ulfius los recibe con alegría, pero se dan cuenta que Rydychan no ha enviado a nadie y las tropas de Ulfius son menos de las que cabia esperar. Cuando llegan a Logres pueden ver las tromas de sajones Aesc a una parte del Támesis y Aethelswith a la otra. Sin pensarlo y para tratar de evitar que se unan, Ulfius ordena un rápido y contundente ataque. Y así se realiza, las huestes Britanas pasan por encima con su poderosa caballería, causando muchísimas bajas y provocando cierto desconcierto entre las tropas sajonas. Sin embargo se reorganizan y plantan combate.

Pero una sorpresa estaba por llegar. Cientos de barcos entran por el Támesis desde el mar, incorporando miles de guerreros a la batalla. En unos pocos minutos los britanos se encuentran absolutamente sobrepasados en número, y sólo la velocidad de sus monturas les permite una rápida y ordenada huida. La toma de Londres es inevitable, y tras un rápido asedio cae bajo la bota sajona, que sin saquear la ciudad se limita a disfrutar de sus lujos.

Mientras en el Norte el Rey Nanteleod de Cambria planta batalla a sus enemigos. Inesperadamente llega a un acuerdo con Lindsey y decide no atacarle centrándose en Malahaut. La victoria es incontestable, y Malahaut con sus sajones es estrepitosamente derrotado ante el júbilo de Lindsey que pasa a ser aliado de Nanteleod. Ahora los sajones miran con desconfianza hacia ese poderoso rey que sigue ganando batallas sin parar y que quizás pueda derrotarlos también a ellos.

El Salisbury nuestros caballeros se lamen las heridas mientras comprueban como sus señoríos han perdido las cosechas y los pocos animales que dejaron atrás. Las huestes de Cornwall han arrasado todo lo que han podido en busca de víveres para sus huestes...

Mientras Cerdric, después de la negativa del pago de Salisbury prepara sus huestes para la guerra.