jueves, 27 de mayo de 2010

Charla entre tío y sobrino

¿Cómo estás querido Miles? Sí, lo sé. Los inviernos son mas largos desde que no tenemos ni rey ni señor, pero no temas querido, las cosas no són tan terribles como aparentan. Claro que te comprendo, entiendo que temas la llegada de los sajones, o de algo peor en estos tiempos en los que parece que nos abandonan los Dioses, pero si quieres te contaré algo que te reconforte.

Siéntate querido Miles, aunque las historias que vas a escuchar te asusten, no temas puesto que sentirás que en verdad son historias de honor y valor, de grandes guerreros que lucharon en esta tierra, unos siguen viviendo y otros se fueron con la Diosa, a cabalgar en sus líneas de pastos.

Ven, siéntate mi querido sobrino, y escucha esta historia de duros guerreros, hombres valerosos que dieron su vida por esta isla, que creían en aquello por lo que luchaban y que son el ejemplo de la caballería hoy en día. Sí, mi pequeño, hablo de los Caballeros de la Espada del Lago, aquella maravillosa Espada de la Victoria que se perdió para volver a aparecer en el patio de la catedral de Londres, y que has de empezar a conocer mejor.

En aquel grupo había un caballero valiente, Sir Florence, que dio su vida por su país, cayendo en tierras extrañas, tras haber derrotado en varias batallas a Sajones y participado en la derrota del Duque de Gorlois. Gran caballero al servicio de nuestro señor el Conde Roderick, que también cayó hace bien poco, como bien sabrás.

También hablo del Valiente Rodryck Cassel, del magnífico Sir Maurel, gran Señor de los Caballos, de Llywel el guerrero, del difunto Sir Miles, caballero de gran honor y valor, cuya muerte será siempre recordada, y a quien debes tu nombre, sobrino mío, y por supuesto del grandísimo paladín que es tu padre, Sir Delivant, el Matarreyes.

Corrían tiempos difíciles para Britania, cuando aún no habías nacido mi querido Miles. Estos caballeros hubieron de ganarse las espuelas con duro entrenamiento y grandes hazañas, y pronto libraron a esta tierra el azote de un feroz oso y un grupo de bandidos, pero eso no era nada para lo que serían capaces en el futuro…pronto fueron llamados para la primera gran batalla de sus vidas: Mearked Creek. Allí lucharon con gran valentía y el conde Roderick pudo distinguirlos como grandes caballeros.

Pronto fue puesta a prueba su valía cuando el pobre Miles recibió la noticia de la desaparición de su querida hermana, que luego resultó que se escapó con un terrible general Sajón, Botwulf Ojo de Serpiente que se convertiría en su enemigo encarnizado. También aquel año es cuando se ganaron su nombre, los Caballeros de la Espada, ya que inducidos por Merlin, el Mago, se enfrentaron a gigantes terribles y ayudaron a este a tomar a Excalibur de las manos de La Dama del Lago…

¿Sabes por qué a tu padre no le gusta hablar de la olvidada aldea de Broad? ¿Sabes por que se le hunde el ánimo? Creo que su querido amigo Sir Miles nunca llegó a superar la muerte del amor de su vida, esa chiquilla rubia de ojos azul de mar, que cayó ante las armas de aquel fantasma general romano, y que nuestros héroes no pudieron detener a tiempo. Si, se vengaron, aunque ya fue muy tarde para la pobre Anne, cuyo cuerpo inerte y sin vida destrozó el ánimo del pobre Miles, que nunca más se volvió a enamorar de ninguna mujer. Tan sólo los espíritus saben lo que pasaba por el corazón de aquel valiente caballero que siempre llevaba consigo aquella piedra de jaspe que pudo rescatar del cuello de la pobre chiquilla, y que ni tan siquiera en su terrible batalla final contra los reyes Octa y Eosa perdió de vista ni una sola vez.

También nuestros héroes fueron grandes embajadores, que visitaron tierras lejanas como Lindsey o Malahaut. No pienses que tan sólo eran hombres rudos y de guerra, sino que cuando la ocasión lo permitía eran capaces de comportarse con grandes modales.

También te contaré una historia que quizás no entiendas, pero te deberá servir en un futuro: nunca te fíes de una mujer… Si Miles, no me mires así. Nuestro señor de los Caballos, Maurel, estuvo casado tiempo atrás con una hermosa dama, tan hermosa que era cortejada aun después de estar casada… hasta tal punto que sucumbió ante los encantos de un apuesto caballero de Silchester. Maurel tuvo que intentar vengarse, pero como te digo, las mujeres nos pueden llevar a ser grandes héroes, pues nos inflaman con su gran pasión, pero también pueden hacernos perder la cabeza como al pobre Sir Maurel, que le llevó a enfrentarse de manera suicida con Sir Gwedan de Sílchester, y a ser derrotado limpiamente por este. Sin embargo, y de esto sí debes aprender, ambos limpiaron su honor: Sir Maurel tuvo el valor de enfrentarse a su adversario, y Sir Gwedan pidió misericordia a Sir Maurel a incluso le ofreció su vida si la quería, después de haber derrotado a este con honor. La nobleza de Maurel perdonó el alma de Gwedan aunque nunca pudo hacerlo con aquella dama cuyo nombre fue olvidado.

Pues bien, nuestros valerosos caballeros pasaron tiempo ayudando a Uther a conseguir ser alzado como Alto Rey de toda Britania, cosa que nunca pudo conseguir el pobre desgraciado. Por un lado los reyes del Norte no le rendían homenaje, los sajones con Octa y Eosa a la cabeza atacaban por doquier, y el Duque Gorlois de Cornualles se presentaba como un temible rebelde.

Así vino la Terrible Batalla de Lindsey, donde un gran contingente de hombres de Uther, con una alianza temporal con Cornwall, se enfrentaron a Octa y Eosa y consiguieron derrotarles tras una sangrienta batalla. Allí es donde tu padre se ganó el apodo del Matarreyes, porque aunque no mató a Octa, casi acaba con su vida de una terrible estocada, tras haber derribado a decenas de sajones con las manos y su montura empapadas en sangre. Se que tu padre no tiene aspecto de un terrible guerrero, aunque sus cicatrices lo denoten… Esas facciones marcadas, su seriedad y sobriedad, su amor con su familia, no te imaginas Miles… en lo que puede convertirse un hombre de guerra como tu padre. Algún día lo sentirás en tu sangre, y quizás la suerte te lleve a combatir junto a él como yo lo he hecho, y verás a uno de los mayores héroes que han conocido estas tierras.

¿Qué que tiene de particular Sir Maurel? Yo creo que ni siquiera él lo sabe, pero ven acércate querido Miles, porque esto es mejor que no lo oiga nadie: yo creo que por sus venas corre sangre mágica… sí del Otro Lado. Creo que está en sintonía con los elementos y que una parte de su alma es un caballo mágico, aunque sólo son conjeturas… Pero ¿Por qué siempre los de su estirpe han sido tan grandes jinetes? ¿Acaso no has visto su escudo?

Lo que vino después sería el principio del desastre. Creo que de esto ya has oído algo. El difunto rey Uther se enamoró de la mujer de su principal adversario, Gorlois, y esto nos llevó de nuevo a la guerra, obligando a Uther a invadir Cornwall dejando la retaguardia desprovista para el ataque de los sajones. Nuestros héroes de nuevo resaltaron en dicha batalla, la Batalla de Terrabil, que seguro oirás en muchas historias de viejos y trovadores. Pues bien, que nadie te cuente historias, leyendas, porque tu padre en persona mató a Gorlois de Cornwall, y esparció sus tripas por el campo de batalla… desde entonces el Matarreyes confirmó su nombre, para desgracia del enemigo. También murió el pobre Madoc, el hijo de Uther, defendiendo valientemente el castillo de Terrabil, cuando fueron atacados por sorpresa en mitad de la noche.

Uther se desposó con Ygraine, pero esta nunca perdonó a tu padre, lo cual realmente y aunque no lo creas es algo terrible, porque hay mucha gente que sospecha y no sin falta de razón que en sus ojos hay más del Otro Lado que de este…

Tu padre y sus compañeros se vieron después encima metidos en una terrible confusión, acusados de ayudar a Merlín a robar al hijo del rey, que desapareció para siempre. Estuvo a punto de costarles la vida por Alta Traición, pero el buen corazón de Uther y la nobleza probada de los caballeros les permitió salir inocentes de tan terrible trago. Pero Ygraine seguía sin olvidar, y el hijo del rey sin aparecer.

Finalmente vino la terrible jornada en la que nuestros caballeros tuvieron la brutal batalla de San Albans, donde derrotaron a Octa y a Eosa, tras muchos días de asedio y con Uther postrado en cama. Fue una victoria gloriosa, donde Sir Miles dejó su vida valientemente, casi de manera suicida, luchando como un león contra decenas de sajones, y cuando su vida se escapaba por una terrible herida por el costado, aún siguió luchando… Pudo quizás sanarse, pero nunca sabremos lo que sucedió entre la Dama del Lago y él en aquellos momentos de intimidad, cuando esta nos dio la terrible noticia de su muerte… Su hermano Berel lloró ante el cadáver de Miles hasta bien pasada la media noche, y juró que velaría por sus tierras hasta la mayoría de edad de su primogénito.

La fiesta que siguió fue fastuosa. Sin embargo no pudieron acudir Ulfius ni Delivantm y tampoco Brastias, todos ellos grávemente heridos en el hospital de campaña. El vino corría por doquier hasta que llegado un momento en la media noche, unos gritos desgarradores quebraron la celebración. Aquellos que acudieron al gran salón donde se hallaba la alta nobleza de logres celebrando la victoria se encontró con la terrible imagen de un océnao de sangre sobre la que agonizaban los cuerpos de los nobles britanos, entre ellos Roderick y el Rey Uther.

Tras momentos de pánico e histeria, la paz se restableció gracias al buen hacer de Sir Maurel, que lograron poner órden. Ygraine se mesaba los pelos y chillaba como poseída. La nobleza de Logres había caído, y el reino se sumiría en la anarquia.

El rey Uther fue enterrado en el círculo sagrado de Stonehenge, junto con su hermano Aurelio Ambrosio Pendragón y su hijo, Madoc Pendragón. Sir Brastias busca incansable un gobierno que sea capaz de llevar el reino. En el patio de la catedral de Londres aparece la espada Excálibur en una piedra, ante un rayo de sol divino, con una inscripción que reza: "Aquel que arranque esta espada de la piedra, se proclamará rey legítimo de Britania".

En Salisbury la condesa Ellen toma el mando del condado hasta que su hijo Robert sea adulto y sea capaz de gobernar.

Así pues querido sobrino, estos son los hechos de los valientes caballeros que hoy día nos guardan, así que, aunque los inviernos son fríos y largos, y atemorizan tanto al espíritu, que sepas que en estos días de Anarquía, Los Caballeros de la Espada guardan estas tierras para la seguridad de Britania.

2 comentarios:

  1. Mi más sinceras felicitaciones. Verbosidad y exactitud bajo una justa economía en vanas palabras. Así da gusto. (Más que nada porque no hace falta acordarse de las cosas y tal..., que hay memorias muy selectivas)

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  2. Me alegro que os haya gustado. A ver si el Barón se manifiesta.

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