sábado, 16 de junio de 2012

Año 501 - El Conde de Rydychan y la Boda de Morgana

El año empezó bastante mal para los caballeros de Salisbury, teniendo que negociar el rescate con el "usurpador" o nuevo con de de Rydychan y su hermano, Ser Belleus y Ser Bege. La negociación en la frontera entre Marlborough y Rydychan fue extraordinariamente tensa, con Sir Berel y Sir Bege en una complicada conversación. Sir Rodrick estaba gravísimo, con fiebre, pues sus heridas de la batalla empeoraron en las celdas y apunto estuvo de morir, si no llega a ser por un sanador de Wandborough. Muchas semanas tuvo que aguantar, mientras el Matarreyes volvia a Sarum con sus compañeros para aconsejar a la Condesa acerca de la estrategia a seguir con la situación de la guerra.

Mientras los sajones, los córnicos y las guerras intestinas asolan la tierra y todos reclaman un Rey que unifique Britania, en Salisbury Sir Maurel piensa en el paradero desconocido de su familia, niños y madre, y eso lo hace desesperar, impiudíendole conciliar el sueño y pasando unos días terribles. A pesar de ello trata de buscar consuelo en la condesa, la cual lo rechaza totalmente airada.

Pronto tendrán otras cosas en las que preocuparse, pues llega un mensajero dando aviso del rapto de la reina Ygraine de la abadia de Amesbury por parte de unos sajones. Al parecer pretenden desposarla para asi ser nombrados reyes... Los caballeros parten al galope en busca de los captores, y la escena que encuentran es sorprendente: sajones con cuerpos retorcidos y caras de terror, muertos por doquier, Ygraine totalmente conmocionada por la situación y Morgana mirando con cara de inocente los cuerpos. Cuando se le pregunta sólo dice "no fueron cuidadosos...".

Tras volver a Amesbury, Ygraine solicita el favor de los caballeros para acompañarlas al Gorre, más allá del Muro de Adriano, donde su hija Morgana va a ser desposada con el Rey Uriens. Tras pedir permiso a la condesa Ellen, parten por caminos reales con una gran mesnada de hombres de Silchester y Gorre, llegando sin problemas cruzando Lindsey, Malahaut y Cambria. 

La fiesta en el norte es ostentosa, pagana, con alcohol y mucho sexo... algo que nuestros cristianos caballeros no están muy habituados. Ahora les toca volver, pero esta vez solos...

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